Eso es lo que dice Teodoro Petkoff en Tal Cual, en torno al descenso en el PIB y las cifras que registra el BCV. De acuerdo a Petkoff esto se haría “con la finalidad obvia de no dar a conocer la profundidad real del hoyo en que tienen metido al país”.
Esto es lo que escribe hoy Teodoro Petkoff:
El primer semestre de 2010 cerró con una caída en la economía de 3,5%. Un poquito mayor este descenso que el de todo el año 2009, que fue de 3,3%.
Cifras que hablan de una economía en franca y abierta recesión, que está golpeando muy duramente al país y en particular a sus sectores más humildes, que lógicamente son los más vulnerables a los ciclos económicos negativos.
Van ya cinco trimestres consecutivos de descenso en el PIB, lo cual es gravísimo, pero el BCV registra en el segundo trimestre de 2010 un descenso menor que en el de los cuatro trimestres anteriores. Y aquí hay razones para sospechar que esta es una cifra adulterada. Dios nos perdone, pero este número no es consistente con el ritmo declinante que ha traído la economía desde el primer trimestre de 2009, y en el periodo considerado no ha habido ninguna medida o acontecimiento económico que pueda explicar esta súbita ralentización de la caída.
En otras palabras, aunque no podemos afirmarlo con pruebas, todo induce a sospechar que entre Merentes y Giordani falsearon las cifras, con la finalidad obvia de no dar a conocer la profundidad real del hoyo en que tienen metido al país. No obstante que un descenso de 3,5% en el PIB del primer semestre de 2010, respecto del mismo periodo del año anterior, constituye una pésima noticia, fabrican, por añadidura, cifras mentirosas, para hacer ver que la cosa “no está tan mal”.
Es una lástima, porque hasta ahora, el Banco Central lucía creíble, pero, por lo visto, han seguido el ejemplo de Argentina, cuyos indicadores económicos los escriben en el escritorio de los Kirchner.
Vamos a mostrar algunas incongruencias en las propias cifras del BCV, para que se vea claramente la tramposería de que estamos siendo objeto. En el primer trimestre de 2010 la remuneración de los factores laborales descendió en 4% y el consumo en 6%; pero, hete aquí que en el trimestre siguiente, la remuneración cayó en 10% y el consumo apenas en 2,4%. ¿Cómo se explica tamaña inconsistencia? ¿Será, entonces, que la gente se endeudó para poder mantener su nivel de consumo? Pues no.
El crédito para consumo descendió en ese lapso en 6%. Estos guarismos son de crisis, que no cuadran con una caída de sólo 1,9%. Aquí hay gato encerrado.
La trampa comienza más atrás.
Anteriormente, el BCV ejercía un doble control sobre las cifras de las empresas e instituciones estatales.
Eso se acabó. Las cifras que envía Pdvsa no se pueden tocar y tienen que ser transcritas sin beneficio de inventario. Igual ocurre con las cifras de la construcción, que es el empleador por excelencia. En el primer trimestre la manufactura conoció una caída de 7%; ahora se le atribuye un descenso sólo de 3,7%. Esto es imposible en un trimestre donde la restricción de dólares ha afectado gravemente al sector, al igual que la crisis eléctrica, y sus importaciones se hundieron en 24%. Alguien nos está metiendo un cuento. Total que el gobierno, así como quiere borrar la inseguridad, censurando las fotografías que la recogen, pretende crear una realidad económica ficticia. Esa es su campaña electoral.
Tramposería
Teodoro Petkoff
Tal Cual
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